Cualquier cocinero es consciente de la gran importancia que tiene el hecho de mantener afilados los cuchillos, ya que de esta forma se garantiza que se podrá disfrutar de un corte apropiado de los alimentos. Sin embargo, es habitual desconocer cómo hacerlo de la manera más oportuno, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente hay muchas maneras y técnicas que se pueden utilizar para ello.
Para poder garantizar un corte perfecto a la hora de trocear vegetales, hortalizas o frutas, o para cortar carne o pescado, es necesario que el cuchillo se encuentre bien afilado, de manera que los cortes se puedan efectuar con precisión, seguridad y sin apenas esfuerzo. Además, ayudará a que los alimentos se cocinen apropiadamente y se puedan evitar accidentes de cortes en las manos.
Por ello, a continuación, te vamos a explicar tres sencillas formas de afilar tus cuchillos en tu hogar.
Cómo afilar un cuchillo con la chaira
Una de las formas de afilar los cuchillos en casa es utilizando una chaira, que es una barra cilíndrica hecha de acero empleada para el afilado de diferentes instrumentos cortantes. Esta se utiliza para evitar que se degrade la parte metálica del cuchillo y se usa para alargar el tener que afilar el utensilio en una piedra de afilado u otra herramienta.
Su utilidad se centra en mantener los cuchillos afilados entre cada uso, logrando que el metal siempre esté realinado, al conseguir que desaparezcan las hendiduras, puntos planos y las muescas.
Para afilar el cuchillo se recomienda que la chaira esté magnetizada, puesto que ayuda a conseguir una alineación de la hoja filosa, que debe encontrarse a un ángulo de 15-20 grados de inclinación para alcanzar mejores resultados.
Se debe sujetar de una manera firme el mango de la chaira, para iniciar el afilado desde la zona más próximo al mango, y deslizar el cuchillo hacia la punta y a lo largo de la superficie.
Como afilar un cuchillo con una piedra de afilado
La piedra de afilado se ha utilizado durante años para mantener los cuchillos bien afilados. Por lo general, están creadas con carburo de silicio, y están diseñadas para poder usarlas secas o húmedas, sin posibilidad de engrasarlas. No obstante, en algunos modelos sí que son aptos para untarlas con aceite.
Es una forma ideal por relación calidad – precio para mantener los cuchillos en un estado óptimo. Para afilar el cuchillo con la piedra, lo primero que debe hacerse es remojar la misma en agua durante aproximadamente unos diez minutos. Después, se asegurará sobra la encimera, siendo aconsejable colocar un paño o tabla de madera o un paño por debajo para evitar que se mueva.
Con el lado grueso de la piedra hacia arriba, se debe afilar uno de los lados del cuchillo con una inclinación de 20 º aproximadamente, sujetando el mango del cuchillo de manera firme con la mano dominante, mientras con la otra se sujeta la base, presionando la hoja con fuerza sobre la piedra por el área a afilar. Se debe deslizar por toda la piedra, hacia adelante y hacia atrás de manera suave, repitiendo el proceso por cada uno de los lados en varias ocasiones.
Para comprobar que está afilado, hay que pasar el dedo pulgar de manera perpendicular al borde, y si hay una textura suave, la hoja estará afilada.
Afilar un cuchillo con un afilador manual o eléctrico
Además de la chaira o la piedra, una tercera forma de afilar un cuchillo es recurriendo al uso de un afilador manual o eléctrico. En el caso del primero nos encontramos con una herramienta muy sencilla de utilizar, ya que es suficiente con introducir la hoja de metal en el cuchillo a través de las hendiduras y mover el cuchillo desde la base hacia la punta y lo llevas hacia ti.
En este caso no encontramos con diferentes aberturas para conseguir un afilado de mayor precisión, desgastando la hoja de metal del cuchillo con la parte de grano grueso, y contando con una de grano fino concebida para el pulido y perfilado de la hoja.
En primer lugar, se debe introducir la hoja del cuchillo por el lado grueso para así desgastar el metal, para recuperar el ángulo y eliminar las posibles imperfecciones de la hoja. Luego habrá que pasar la hoja por la abertura de grano fino para perfilar y pulir. Finalmente, habrá que lavar con agua y jabón para eliminar los restos de acero, dejando el cuchillo perfecto para ser utilizado.
Por su parte, los afiladores eléctricos tienen un funcionamiento similar, pero con la diferencia de que es suficiente con pulsar un botón. Tan solo hay que colocar el utensilio en la abertura de afilado, para presionar el botón y que el afilador haga el trabajo de afilado sin esfuerzo.
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